Lalín celebró la Feira do Cabalo, Silleda estrenó imagen del Castro de Toiriz y Loimil puso el plato con el Año ó Espeto
Deza y Tabeirós invitaban ayer con su múltiple oferta a salir de casa y lo lograron. El buen tiempo fue el añadido perfecto para contribuir al éxito de las múltiples actividades. En Lalín, la Feira do Cabalo tuvo su día grande, principalmente por la tarde, con las gradas llenas para ver las distintas pruebas y exhibiciones. Entre ellas, además de la vistosidad de la doma vaquera o la doma clásica, una de las que más llamó la atención fue la prueba de enganche. Los derrapajes de los carros tirados por caballos no dejaron a nadie indiferente. En el transcurso del evento, el alcalde de Lalín, José Crespo, y el edil de Actividade Agraria, Manuel Fernández, presidieron la entrega de la distinción a título póstumo a Manuel Otero Abeledo.
El presidente de Cabaleiros do Deza, Fran Toimil, mostró su satisfacción. «Calculamos que entre os dous días pasaron por aquí 4.000 persoas», dijo, después de destacar que el buen tiempo reinante, a diferencia de las pasadas ediciones, permitió ver el respaldo real a la convocatoria.
